Anfibio se propone para este proyecto, como un
laboratorio itinerante que nos permita recorrer las ciudades que mantienen
mayores índices de orfandad en el norte del país. Estas ciudades serán: Reynosa
Tamaulipas, Monterrey Nuevo León, Saltillo Coahuila, Hermosillo Sonora y Ciudad
Juárez Chihuahua. Un espacio que se ofrezca por su condición a la aventura de
un viaje que se dedica a la búsqueda de la memoria de los padres muertos o
desaparecidos de la niñez mexicana en condiciones de orfandad a consecuencia del delito.
Nuestro
programa de laboratorio itinerante se encuentra compuesto principalmente por la
necesidad de tener como tripulantes a niños que actualmente sean atendidos por
instancias públicas pertenecientes a las ciudades antes mencionadas. Dichas
instancias se han enfocado a la aplicación de programas de apoyo dirigido
a grupos de niños de entre 6 y 12 años
con los que llevan un proceso continuo como es el caso de Las Aldeas Infantiles SOS México, Ririki intervención social y Ciudadanos en Apoyo de los Derechos
Humanos (Cadhac).
De este modo, el propósito será instalar el submarino
junto a estas instancias, con las que ya se han creado un acuerdo de
cooperación, con la finalidad de integrar a este proyecto a la población
infantil con la que laboran. En base a lo anterior, se seguirá la aplicación
del siguiente esquema de actividades y contenidos:
-Evocación del
origen; primera aproximación al tratamiento de la ausencia. Donde se indagará
en una plataforma lúdica de trabajo, que permita comprender la realización de
este laboratorio mediante la metáfora del viaje. Un viaje representado como el
recorrido significativo que permita recobrar al padre ausente mediante la
evocación de su registro sensible y apuntando a todo momento hacia un
tratamiento cuidadoso que no ponga en riesgo su condición vulnerable. Se
formará entonces un inventario de crónicas basadas en la poética de la ausencia,
desde la necesidad de comprenderla,
asimilarla o evadirla para finalmente llegar a la conclusión de un suceso de
vida compartido de manera conjunta con el padre ausente.
-La implicación del objeto como ser habitante
de la memoria. Donde se trabajará mediante el tratamiento y valorización de
un juego de objetos pertenecientes al padre ausente, que formen parte del
suceso de vida evocado como recuerdo significativo en el esquema anterior. Será
entonces que iniciará un proceso de construcción basado en el sentido simbólico
que cada objeto adquiere dentro del suceso vivo de la evocación intentando
generar alternativas de encuentro con el sentido que hace habitar la presencia
del ausente, mediante la vida secreta de los objetos.
-El encuentro de la identidad del ausente,
como factor que determina su presencia. Donde se explorarán los mecanismos
para hacer una conversión del dolor y el miedo fincados por la violencia, en
escenarios sensibles donde la búsqueda emprendida por cada participante en la
historia que compone cada objeto, llegue a reconformar la identidad del padre
como posibilidad de encuentro para sí mismos.
En esta fase final del proceso, y
una vez acumulado el marco testimonial-afectivo en relación a los objetos que
integran la esencia simbólica de coexistencia con el ausente, se iniciará con un programa donde cada
tripulante de este viaje, pueda construir la figura del padre compuesta con los
objetos que integran su memoria. Estas
piezas finales, que representan simbólicamente la presencia del padre ausente,
ofrecerán un panorama del paisaje interior del niño comprendido mediante la
expresión sensible de su recuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario